La aprobación del presidente estadounidense, Barack Obama, ha descendido a 33 por ciento, para así registrar el peor récord del mandatario estadounidense, según muestran los resultados de una encuesta, publicados por el diario ‘The Washington Post’.
El mal desempeño de Obama en la política exterior y las estrategias fracasadas empleadas en la ambigua lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI, Daesh en árabe), contribuyen de manera notoria a esta baja de su índice de popularidad, según argumenta el estudio.
Además del desplome de la aprobación del presidente norteamericano en la opinión pública, los miembros de su partido, es decir los demócratas también tratan de evitar un negativo «efecto Obama» en sus campañas electorales para las elecciones del próximo 6 de noviembre, cuando se elegirá la Cámara de Representantes, un tercio del Senado, y los gobernadores de varios estados.
Muchos candidatos demócratas prefieren que Obama esté cuanto más lejos mejor en las semanas que quedan hasta la fecha antes mencionada, razón por la cual el número uno de la Casa Blanca no ha sido invitado a distintos estados y sus apariciones electorales se limitan a lugares en los que los demócratas cuentan con bastante apoyo electoral.
Tal y como lo describe el citado diario, “el líder transformador que había rehecho la política estadounidense” en 2008, ya se ha convertido “en algo distinto: una figura política aislada que es vista como una carga para los demócratas en los mismos estados en los que los votantes, por miles, una vez le vitorearon”.
Sin embargo el jefe del Gobierno de Washington todavía cuenta con sus partidarios, entre ellos personajes de Hollywood y otras fortunas alineadas con los demócratas, quienes siguen respondiendo bien a las cenas de recogidas de fondos protagonizadas por el presidente.