Ante 50.000 personas congregadas en un estadio de Buenos Aires, la presidenta Cristina Fernández afirmó que América del sur, cuenta con una oportunidad única y que está llamada a constituirse como una de las regiones más importantes de la tierra.
Al divisar banderas de Venezuela entre la multitud que respalda la expropiación de la petrolera YPF, controlada por capitales extranjeros, la mandataria agradeció al pueblo hermano por su solidaridad; le envió «un gran abrazo al presidente Chávez Frías» y le deseo, «de todo corazón, su pronta recuperación».
Desde Caracas, a través de un su cuenta en la red social Twitter, el líder venezolano escribió: «Veo a Cristina por TeleSur! Viva Cristina! Viva Kirchner! Viva Argentina!».
Cristina Fernández instó a los miles de seguidores que se agolparon en la capital argentina a luchar “unidos y organizados para profundizar la transformación” y recordó: “cada vez que el pueblo argentino ha sufrido derrotas (…) cada vez que los trabajadores han perdido sus conquistas y han retrocedido (…) era porque nos había dividido y enfrentado”.
Afirmó que “la historia no se escribe en línea recta (…); al contrario, tiene marchas y contramarchas, claros y oscuros, avances y retrocesos”.
Agradeció a las bancadas de oposición el apoyo, “no al Gobierno sino al país” y manifestó a las fuerzas de la alianza política por impulsar un proyecto que “no es obra de un partido, ni de un sector” sino de un clamor del pueblo argentino.
Fernández llamó a los jóvenes a idear nuevas formas de participación y nuevas formas de intervención del Estado y agregó que la expropiación de YPF no es un retroceso en las políticas nacionales sino la “recuperación de la dirección nacional”.
El miércoles, tras 14 horas de debate, el Senado argentino dio luz verde al proyecto que declara de utilidad pública la producción de hidrocarburos
De lo expropiado a Repsol, 51% quedará en manos del Estado Nacional y el 49% restante bajo el control de las provincias petroleras.
Entre 1998 y 2011, la caída de la producción de petróleo fue de 15,9 millones de metros cúbicos. De ellos, 8,6 millones fueron responsabilidad de Repsol.
La firma española fue culpable no solamente de la reducción de 54% de la producción de crudo, sino de 97% de la caída en la producción de gas.