El elemento fundamental en el desplome en el precio de los hidrocarburos viene dado por la producción de esquisto en Estados Unidos, origen de la sobroferta, obteniendo según la fuente consultada diferentes datos sobre su costo de producción, que en teoría debería representar el piso en el valor que puede alcanzar el crudo, por debajo se paralizaría la explotación del recurso.
La falta de consenso hasta ahora en la OPEP, puesto que habrá de esperarse los resultados de la reunión del 2 de junio, para congelar la producción, es otro elemento que contribuye con la sobreoferta de crudo en el mercado, con la diferencia entre los encuentros anteriores como el de la OPEP y países no OPEP exportadores de crudo y el presente, en que Irán se encuentra cerca del nivel de producción permitido por la organización (cuota de producción), su meta alcanzada, y que mantenía antes de las sanciones.
Los países árabes miembros de la organización exigieron en su momento que para acceder a congelar la producción Irán debería hacer lo mismo, en momentos en que la nación persa producía abiertamente por debajo de su cuota de producción, por lo que ahora, a menos que se dé interferencia ajena a los países involucrados directamente, se debiera llegar al consenso, dado que los persas se sumarían a la medida de congelamiento, que se extendería a los no OPEP, con Rusia en papel de vanguardia.
La importante caída en la producción de esquisto estadounidense, que ha impulsado la estabilización del mercado, producto de los bajos precios del barril ha sido en parte mitigada por el apoyo financiero, muy creativo, de Wall Street, dejando ver intereses geopolíticos sobre los países con importantes reservas de crudo.
Pareciera que el apuro en tratar de salir del Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela se debe a la tendencia a estabilizarse por parte del mercado petrolero, lo que ha prendido las alarmas en los países interesados en ponerle las manos a nuestras reservas de petróleo.