En un acto con militares en la ciudad de Cochabamba (centro), el presidente de Bolivia, Evo Morales, reconoció que “es insuficiente la participación de la Policía nacional” para frenar la delincuencia, por lo que decidió que las Fuerzas Armadas refuercen esa labor.
Los más de 2.300 militares comenzaron a patrullar las calles en La Paz, sede de Gobierno y del Legislativo; la vecina ciudad de El Alto, una de las más pobres de Bolivia; Cochabamba y la oriental Santa Cruz, la más próspera del país.
El ministro de Defensa, Rubén Saavedra, explicó a los medios que la medida se enmarca en el Plan Nacional Ciudad Segura, que apunta a “neutralizar la inseguridad ciudadana” en las cuatro urbes.
El plan responde a protestas de vecinos de El Alto y campesinos del altiplano paceño, que han reclamado en los últimos días la pena de muerte para los asesinos y violadores, tras el asesinato de dos periodistas que fueron estrangulados cuando iban a su trabajo.
Fuente/YVKE