Con 452 votos a favor, 19 en contra y una abstención, la Cámara de Diputados de Brasil aprobó el fin de la reelección para presidente, gobernadores y alcaldes, dentro del proyecto de la reforma política.
El texto aprobado no altera la duración del actual Gobierno de Dilma Rousseff, de cuatro años, aunque hay en marcha una discusión para aumentarlo a cinco años, pero sin derecho a reelección.
La nueva regla no valdrá para los alcaldes que ganaron en 2012 ni para los gobernadores electos en octubre de 2014, quienes podrán aspirar otra vez al cargo en 2018.
Según explicó Leonardo Picciani, líder del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), la reelección es un instrumento poco productivo para el país.
Arthur Maia, del Partido Humanista de la Solidaridad (PHS), argumentó que su fracción votó a favor por la desigualdad que genera dicho modelo.
«El uso de la maquinaria pública por parte del gobernante que está en el poder vuelve desigual la disputa con otros candidatos», argumentó Maia.