“El Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces) pasará de 500 mil participantes egresados y atendidos este año”, recalcó Wuikelman Ángel Paredes, presidente de este instituto que junto al Ministerio para el Proceso Social del Trabajo se centra en la formación de trabajadores y trabajadoras de nuestra nación.
Es más, este abogado y su equipo de trabajo tienen una proyección de llegar, por lo menos, a 533 mil egresados antes que suenen las doce campanadas de fin de año. Con esta cifra superarían los 533.000 de 2002, la mayor cantidad lograda en 365 días.
Se debe resaltar que a pesar de que durante ese año se suscitaron el golpe de Estado y el paro petrolero, “se logró esa meta. Igual está pasando en esta oportunidad con la guerra económica y la baja de los precios petroleros. La Revolución se crece en los momentos de apremio. Siempre el objetivo del Estado es garantizar la formación técnica de la clase trabajadora. Inclusive para el año entrante aspiramos a llegar a más de 850 mil venezolanas y venezolanos atendidos por el Inces”.
De ahí que se esté realizando un plan remate para lograr el objetivo. Se está centrando en cursos cortos, talleres y certificación de saberes. Hasta el 31 de este mes van 436.644 egresados, lo que representa un 87%.
Esto implica un abordaje a las entidades de trabajo públicas y privadas, clave para una mayor efectividad: “También se toma en cuenta la certificación de conocimientos por experiencia de ejercicio; el reconocimiento de los saberes ancestrales, empíricos, tradicionales, populares, pedagógicos y académicos en el diálogo de saberes”.
Esos saberes para Ángel “son muy importantes. Por ejemplo, una señora que tiene 25 años cosiendo prendas de vestir, aprendiendo todo lo que sabe de la vida. Ella tiene que tener un certificado, pero lo más importante es que puede dar cursos, porque ella es una maestra de la vida. En general, los que han construido esta patria es el pueblo autoconstructor”.
Aclaró que estas certificaciones, que pasan de quince mil este año, se realizan luego de pruebas técnicas rigurosas que comprueben la especialización del solicitante para esa acreditación de saberes: “Inclusive la Organización Internacional del Trabajo (OIT) tiene un mandato que pide todos los esfuerzos interinstitucionales y de políticas públicas para garantizar ese reconocimiento de los saberes”.
En este punto, Ángel amplió: “Ahora tenemos una formación según las necesidades que se tengan en el momento y se darán en diversos espacios, que pueden ser una fábrica, empresa, la comunidad, los CLAP. La idea es una metodología integral y colectiva”.
Destacó y recordó el directivo que el Inces es un ente que no depende de un presupuesto y la formación que ofrece es gratuita: “Nuestros ingresos dependen de la recaudación de la contribución parafiscal aportada trimestralmente por las entidades de trabajo, las cuales aportan el 2% del salario normal mensual pagado a sus trabajadores, aparte del aporte del 0,5% de los mismos, provenientes de sus utilidades anuales, aguinaldos o bonificaciones de fin de año”.
De hecho, hasta el 31 de octubre tienen recaudados 16.911.120.295 bolívares, y aspiran a llegar a los 21 mil millones.
DE TODO PARA TODOS
El directivo aprovechó para resaltar la importancia de los programas que ofrece el Inces a instituciones y personas. Entre estos están el programa de formación productiva, el Luisa Cáceres de Arismendi, el de formación de formativos, el Inces militar, el nacional de aprendizaje (14-18 años), para la juventud (14-30 años), de formación a distancia, becas de trabajo, de inclusión productiva y consecución de estudios.
Con todos estos programas y gracias a la tributación se ha podido concretar la ampliación y diversificación de la oferta educativa en función de los quince motores productivos.
El presidente de las institución afirmó, además, que la operatividad es óptima en cada uno de los 142 centros de formación situados en el territorio nacional. También cuentan con 640 aulas, 410 talleres y 244 laboratorios recuperados.
Señaló que cuentan con más de seis mil formadores a nivel nacional y tienen una plantilla administrativa que supera las siete mil personas: “De los formadores, algunos trabajan por horas y otros tiempo completo. Claro está, ellos continuamente están perfeccionado sus conocimientos, especializándose con mucha innovación e investigación”.
Ángel destacó que hoy en día siguen dictando clases en las aulas, pero ahora los formadores están o se acercan a los centros de trabajo en alianza con el Ministerio para el Poceso Social del Trabajo: “Se analizan los nudos críticos en las unidades de trabajo y nosotros como institución atendemos la formación. Ya no solo es como antes que las aulas del Inces eran los centros de formación, sino que impulsamos que la formación se dé también en esas entidades de trabajo, porque allí es que están los problemas prácticos, los trabajadores y los saberes. Es asumir la enseñanza en los espacios naturales de esos trabajadores, que puede ser una fábrica, el campo”.
Recordó que la formación dirigida a la masa trabajadora es permanente, lo que implica la revisión de programas y la actualización de saberes. También resaltó que esta formación se centra en los quince motores de la Agenda Económica y prioridad al agroalimentario (cultivos de diversos productos agrarios, procesamiento y conservación de alimentos, jardinería y otros) y al farmacéutico.
También son apoyados el de construcción (impermeabilización, instalación de hidrocarburos, auxiliar de topografía, carpintería, electricidad, etc.), turismo (inglés en diversos niveles, pastelería, repostería, cocina de varios países y otros), banca pública y privada (contabilidad en diferentes niveles, auxiliar de auditoría, valoración aduanera, etc.).
Además no se descuida la confección textil (de prendas de todo tipo, de bolsos y morrales en distintos materiales, corte y costura, etc), minería (perforación para voladuras en minas, alfarero artesanal, joyería artesanal, orfebrería artística, etc.), industrial (aire acondicionado, herrería, encuadernación, ebanistería, soldadura universal, soldadura, torneado, refrigeración doméstica, etc.).