Este domingo|Zelaya pidió que se haga seguimiento a las violaciones de DD.HH. durante Golpe de Estado

El depuesto presidente de Honduras, José Manuel Zelaya, exigió este domingo que se haga seguimiento a las violaciones de derechos humanos durante el golpe de Estado del 29 junio de 2009, a través del cual el líder de la nación centroamericana fue derrocado y sacado del país a la fuerza.

Durante una rueda de prensa transmitida por el canal multiestatal Telesur, Zelaya informó que trabajará arduamente para que «se haga justicia en cada uno de los casos».

Tras un día de su regreso al país, luego de pasar 700 días en el exilio, el mandatario derrocado reiteró su compromiso con la reconciliación Nacional y la lucha por mantener la democracia en el territorio centroamericano.

SÉ QUE CORRO PELIGRO

«Se que corro peligro», afirmó Manuel Zelaya, al tiempo que explicó que su vida está en riesgo desde que se declaró a sí mismo como un político de tendencia izquierdista.

Sin embargo, el ex jefe de Estado de Honduras, se mostró convencido de que «a nadie le conviene mi muerte».

Agregó que el actual presidente Porfirio Lobo envió a la residencia de Zelaya a funcionarios de cuerpos policiales y efectivos de la Fuerza Armada para planificar la seguridad del ex mandatario.

Texto/Francisco Moreno
Foto/Cortesía VTV

Como venezolano y latinoamericano que conoce un poco la historia de crímenes que el imperio ha protagonizado en nuestras tierras cuando ha olfateado la minusvalía de sus intereses por el despertar de nuestros pueblos, alerto a la comunidad latinoamericana, a los Presidentes del ALBA, UNASUR y CELAC, y al mismísimo Presidente Zelaya: La realización de una Asamblea Constituyente es una tromba telúrica arrolladora e incontenible que toma cuerpo inexorablemente en el seno de la sociedad hodureña; eso significa, ni más ni menos, el desmantelamiento de la estructura gringa de sojuzgamiento y de sus pitiyanquis internos serviles como el espantajo Porfirio Lobo. De tantos antecedentes aciagos recurriré a uno solo: el magnicidio del Indio Gaitán en Bogotá el año 1948, ordenado por la Casa Blanca. Ojo con el «tratado de reconciliación en Honduras»; el aparato de dominación y de represión sigue intacto, vivito y coleando; y el imperio no respeta tratados, ni pactos, ni al «derecho internacional».