Durante su programa ConMaduro+, el presidente de la Republica Bolivariana Venezuela, Nicolás Maduro, renovó su compromiso con la defensa de los 252 ciudadanos venezolanos detenidos en El Salvador, víctimas de un secuestro orquestado por el gobierno de Nayib Bukele.
Afirmó ante sus familiares que las denuncias continuarán hasta lograr su liberación y retorno al país.
Maduro criticó con dureza el trato que han recibido los allegados de los detenidos, quienes —dijo— fueron ignorados por las autoridades salvadoreñas y marginados del proceso judicial. “Fueron obviados, maltratados, y la justicia de El Salvador los despreció”, afirmó.
El mandatario también reveló que un grupo amplio de familiares viajó a Ginebra con la esperanza de recibir apoyo del sistema de derechos humanos de la ONU, pero su solicitud no obtuvo respuesta efectiva, lo que, según Maduro, evidencia el deterioro del organismo ante las presiones del poder global. “El sistema está agotado, secuestrado por el neofascismo”, denunció.
Cuestionó con énfasis la pasividad de organismos como la ONU, la Corte Penal Internacional y la Corte Internacional de Justicia, los cuales —aseguró— actúan con sesgo político al perseguir a países soberanos, mientras ignoran los abusos cometidos por potencias dominantes.
En referencia directa a una denuncia presentada por el fiscal general, Tarek William Saab, Maduro señaló que El Salvador ha reconocido implícitamente la retención de los migrantes sin procesos judiciales válidos, ni acceso a defensa legal, lo que calificó como una confesión de un delito internacional. “Lo han puesto por escrito”, subrayó con indignación.
“Bukele se ha convertido en un monstruo de baja monta, un instrumento servil de intereses imperiales en Centroamérica”, puntualizó.