Una investigación pionera en Venezuela en materia de caracterización de la microbiota vaginal y su relación con el Virus de Papiloma Humano (VPH), realiza el equipo de científicos de la Dirección de Biotecnología y Desarrollo, adscrita a la Dirección General de Producción del Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel (INHRR), en Caracas.
El estudio, pionero en Venezuela, cuenta con la aprobación del Comité de Bioética para emplear muestras de pacientes que asisten a las consultas del servicio de ginecología del Hospital Clínico Universitario a cargo de la doctora Lina Figueira, ubicado en las adyacencias de la Universidad Central de Venezuela.
Una de las investigadoras del estudio, es la doctora Martha Bravo, directora de la Dirección de Biotecnología y Desarrollo, adscrita a la Dirección General de Producción de la referida institución.
La experta comenta en el estudio se aborda la composición y abundancia de las comunidades bacterianas en dos grupos de pacientes, los sanos y los que presentan lesiones de bajo grado, alto grado o cáncer de cuello uterino.
“La importancia de este estudio se basa en establecer diferencias en cuanto a la composición de estas comunidades bacterianas que de alguna manera afectan el microambiente vaginal y que pueden inducir al desarrollo de un cáncer de cuello uterino”, enfatiza.
Sostiene que la microbiota está conformada por comunidades bacterianas que permiten una mejora del microambiente del órgano en la que se encuentran.
Refiere que el VPH es un virus muy propenso a invadir el microambiente vaginal y el estadio de la microbiota es determinante para su proliferación.
Para determinar lo que ocurre con la microbiota vaginal en pacientes con VPH y pacientes sanos, emplean una tecnología de gran envergadura y revolucionaria conocida como secuenciación de nueva generación.
“Consiste en la secuenciación del genoma de cada uno de los microorganismos que habitan en ese microambiente en la cual se tomó la muestra”, refiere la investigadora venezolana.
Este proceso inicia en la consulta ginecológica, donde se hace un hisopado vaginal y se lleva al laboratorio de manera segura, “para realizar la extracción del ADN genómico”, indica la experta.
Posteriormente, el equipo realiza la preparación de una biblioteca genómica y un pulp de muestra que es cuantificado, se verifica la integridad y finalmente las muestras son colocadas en un cartucho e introducidas al equipo de secuenciación de nueva generación que emplea la plataforma MiSeq de Ilumina.
La investigadora refuerza la necesidad de que las mujeres cumplan con sus chequeos anuales ginecológicos.
«No solamente a través de la citología, sino a través de la colposcopia que permite chequear la presencia de lesiones a nivel del ambiente vaginal y el estudio de la microbiota resultaría fundamental porque nos permitiría determinar cómo está la abundancia y el tipo de las comunidades bacterianas que ahí habitan».
Este proyecto nació como parte del trabajo de investigación en VPH que desarrolla, desde 2014, el microbiólogo, especializado en virología, Msc. Marwan Aguilar, gracias a sus estudios sobre el proyecto Microbioma Humano.
El experto explica que ha realizado estudios de secuenciación de nueva generación que le permitieron determinar “una cierta cantidad de bacterias que estaban presentes en esas muestras (de VPH) y que era importante estudiarlas”.
Agrega que, con apoyo de la bibliografía en materia de microbioma vaginal, el equipo pudo conocer desde su clasificación hasta el nombre de la bacteria dominante en condiciones sanas: Lactobacillus crispatus y CST I, CST II, CST III.
Precisa que las pacientes con VPH registran una alteración en su microbiota presentan las bacterias CST IV, un grupo más diverso, con una menor presencia de Lactobacillus y una mayor abundancia de bacterias como Gardnerella vaginalis y Prevotella, ambas asociadas a la vaginosis bacteriana.
En el caso de Venezuela, Aguilar refiere que el estudio avanza sin contratiempos, evidenciando “una relación de la microbiota vaginal con respecto al VPH”, esta situación produce una disbiosis que acelera la patología hasta el desarrollo del cáncer.
El investigador reitera que con este trabajo “estamos en una nueva frontera del cáncer cervical en Venezuela; no es solamente detectar el virus sino conocer el ecosistema donde el VPH se desarrolla” para prevenirlo y atender a los pacientes de forma efectiva.
