El presidente de Ecuador, Rafael Correa, reconoció que la integración en América Latina está pasando por momentos difíciles e identificó a la Alianza del Pacífico como parte de una estrategia para impedir la unión.
Durante una conferencia magistral en la universidad parisiense de La Sorbona, Correa sostuvo que existe una restauración conservadora para contrarrestar proyectos alternativos como la Unasur (Unión de Naciones Sudamericanas).
La Alianza del Pacífico es un proyecto de integración conformado por Chile, Colombia, México y Perú, países que buscan crear un área de libre comercio en la región.
«Hay potencias que no quieren a Unasur, hay potencias que no quieren al Mercosur, quieren negocio, quieren comercio, quieren mercados. Hay toda una restauración conservadora en la región para contrarrestar proyectos alternativos, a lo que siempre fue, como es Unasur».
Correa dijo que la integración en América Latina no solo era un deseo sino una verdadera necesidad de supervivencia.
“Estamos hablando de una verdadera integración porque, con todo respeto, la Alianza del Pacífico es lo mismo de siempre: no querer crear una gran nación sudamericana sino tan solo un gran mercado, no querer crear ciudadanos latinoamericanos sino solo consumidores”, apostilló.
El presidente ecuatoriano mencionó que, más allá de que la parte comercial es importante, la Unasur es un espacio de integración integral.
Explicó que la Unasur fomenta políticas comunes para que los países miembros no tengan que competir perjudicando a la fuerza laboral.
Correa tiene mucha esperanza en la integración, pero mencionó que esta ha recibido «duros golpes», entre los que citó la muerte de Nestor Kircher (primer secretario del organismo), del presidente venezolano Hugo Chávez, y la enfermedad por la que atraviesa el actual secretario, Alí Rodríguez.