Aún se desconocen las causas| Este lunes se cumplen 29 años del incendio de Tacoa

El domingo 19 de diciembre de 1982 se produjo uno de los sucesos más lamentables en la historia venezolana cuando aproximadamente a las 6:15 de la mañana Luis Natera, José Manuel Rodríguez y Alexis Alsaúl (trabajadores de la Electricidad de Caracas) descargaban 16.000 litros de combustible fuel oil, provenientes del barco tanquero Murachí, cuando se produjo una explosión en el tanque número 8 del Complejo de Generación Eléctrica de Tacoa, en Arrecife, estado Vargas.

A pesar de haber sufrido severas quemaduras, lsaúl fue el único trabajador que pudo sobrevivir y activar la alarma de emergencia, por lo cual los cuerpos de seguridad del Estado se dirigieron a la planta para atender la emergencia.

Gracias a la labor del grupo de bomberos del municipio Vargas, del puerto de La Guaira, del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía, del Distrito Federal y Distrito Sucre, así como de los funcionarios de Defensa Civil, Guardia Nacional, Policía Metropolitana, técnicos de Pdvsa, Electricidad de Caracas y decenas de voluntarios, el fuego pudo ser controlado a horas del mediodía.

Sin embargo, a las 12:35 de la tarde se produjo una segunda explosión en el tanque número 9, que estaba repleto de combustible, hecho que ocasionó una bola de fuego que abarcó varios kilómetros.

“A su paso (el fuego), se llevó una unidad completa del cuerpo de bomberos aeronáuticos, 42 efectivos del Distrito Federal, diez trabajadores de la prensa, entre ellos la periodista Mariadela Russa, el asistente de cámara Oscar Guerra, y el conductor José Carrillo -equipo reporteril de Venezolana de Televisión, además del equipo del diario El Universal, conformado por el periodista Carlos Moros y el fotógrafo Veneciano y decenas de personas. El número de víctimas fatales se ubicó en 180, aproximadamente”, relató la periodista Betsy Ceballos, en su artículo 25 años de la tragedia de Tacoa.

Ceballos relató que, además de centenares de heridos con quemaduras de primero, segundo y tercer grado, un grupo de 500 viviendas del sector Arrecife, decenas de vehículos y un helicóptero también fueron arrasados por el fuego.

“Este es el accidente que más víctimas bomberiles y periodísticas ha cobrado en la historia nacional”, subrayó.

Aún se desconocen las causas

A 29 años del suceso, aún no se tiene certeza de las causas que produjeron la explosión del primer tanque. Algunos expertos sugieren que una transferencia de calor ocasionó el siniestro del tanque número 9, mientras que otros plantean que, por falta de experiencia, los bomberos quisieron apagar el fuego echándole agua, lo que habría causado la segunda explosión.

En un artículo publicado en diciembre de 1984, titulado Tacoa: no al olvido, el periodista Miro Popic destacó el silencio de los medios de comunicación social, dos años después de los sucesos.

“Extinguido el fuego, disipado el humo, se apagaron también los encendidos editoriales de los primeros días pidiendo justicia. Hoy, casi nadie quiere ya hablar de que el poder de los culpables es mayor que el de las víctimas y de sus familiares y amigos”, subrayó.

Popic denunció en aquel entonces el retraso del proceso de investigación, así como la falta de acceso de la opinión pública a los informes realizados por las autoridades.

Advirtió que la responsabilidad del siniestro no recaía sólo en manos de la Electricidad de Caracas sino que era compartida por el gobierno de Luis Herrera Campins. “Está comprobado que el día del incendio no funcionaron los sistemas de seguridad, los equipos estaban en estado deficiente y no aptos para ser usados, y el diseño de prevención de incendio no era acorde con la magnitud de las instalaciones”.

“Ahora bien- continuó diciendo- ¿Quién otorgó los permisos ?, ¿Quién supervisó las instalaciones, ¿Quién certificó que los sistemas de seguridad eran aptos para las circunstancias?… muchas son las preguntas que exigen respuestas por parte de las autoridades competentes”, cuestionó el periodista.

En una entrevista concedida al diario Correo del Orinoco, en 2010, Alexis Alsaúl recordó que las investigaciones no avanzaron y la decisión de los jueces tampoco, hasta que se reabrió nuevamente para establecer responsabilidades. «A ciencia cierta no sé cómo quedó el caso, creo que debieron cerrarlo”, dijo.

«En esa época las autoridades venezolanas no se habían enfrentado a un fuego de esa magnitud. Hubo mucho desorden, llegó mucha gente que no tenía por qué estar en el lugar de la tragedia”, resaltó.

Texto/AVN
Foto/Archivo

HONOR A LOS VALIENTES HÉROES CAIDOS.