En el marco de la Semana de la Nutrición celebrada en Roma, Italia, se llevó a cabo el foro «Experiencias innovadoras y exitosas en América Latina y el Caribe para promover una mejor nutrición», con la participación de países miembros del GRULAC, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Coalición para Dietas Saludables.
Durante el evento, la presidenta del Instituto Nacional de Nutrición (INN) de Venezuela, Adriana Urdaneta, presentó los logros alcanzados por el país en materia de seguridad alimentaria y nutrición, destacando especialmente la Declaratoria de Territorios Libres de Vulnerabilidad Nutricional.
Esta política pública integra orientaciones técnicas fundamentales y un conjunto de acciones dirigidas a garantizar el bienestar nutricional de grupos poblacionales específicos, basándose en principios humanistas de atención social.
Nueve años de trabajo articulado
La representante venezolana explicó que este plan es el resultado de 9 años consecutivos de acción conjunta entre el Gobierno Bolivariano, agencias de Naciones Unidas y comunidades organizadas.
La estrategia incluye la búsqueda activa de casos a través de despliegues masivos de profesionales y técnicos conformados en brigadas nutricionales.
Estos equipos, estandarizados en gestión local de la nutrición, realizan evaluaciones antropométricas, despistaje de deficiencia de hierro, encuestas y otros procedimientos clave para identificar necesidades.
Atención integral y focalizada
El programa se sustenta en la priorización cartográfica de poblaciones en riesgo dentro de territorios vulnerables, permitiendo una atención focalizada que incluye:
Suplementación alimentaria mensual con proteínas, frutas, vegetales y productos de la Línea Nutrivida cómo Nutrichicha, Crema de Arroz y Nutrifororo, enriquecidos con vitaminas y minerales.
Acciones complementarias como desparasitación, suministro de antibióticos (cuando es necesario), potabilización del agua, entre otros.
Educación alimentaria como estrategia para el cambio de conducta, incremento de la conciencia nutricional y creación de patrones de consumo más sostenibles y saludables.
Lactancia materna y agricultura regenerativa
Urdaneta, destacó la promoción de la Lactancia Materna como primer acto de soberanía alimentaria, fundamental para proteger el bienestar nutricional durante los primeros 1.000 días de vida, protegiendo no solo al niño sino también a la madre y su entorno.
Asimismo, resaltó el fomento de la agricultura regenerativa como mecanismo educativo para aumentar la diversidad nutricional en hogares e individuos.
Esto se logra mediante prácticas como huertos escolares, comunitarios e institucionales, junto al empoderamiento de líderes y lideresas comunitarias a través de la transferencia de habilidades en gestión local de la nutrición.
Declaratoria de Territorios Libres de Vulnerabilidad Nutricional
Esta certificación, se otorga tras cumplir ocho criterios clave alineados con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, evaluados mediante un instrumento estandarizado.
Entre los indicadores evaluados destacan: déficit nutricional global por debajo del 10%, déficit de desnutrición por debajo del 5%, tasa de Lactancia Materna por encima del 50%, funcionamiento efectivo de programas alimentarios (Programa de Alimentación Escolar (PAE), Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) y Casas de Alimentación, existencia de huertos (escolares y comunitarios) y colectivos organizados, vacunación en niños menores de 5 años, entre otros.
Finalmente, la validación se realiza de forma abierta y participativa a través de asambleas comunitarias, utilizando una puntuación lineal de 100 puntos. Una vez aprobada, se levanta un acta de conformidad y se procede a la certificación, que incluye la entrega de una placa y constancia válida por 1 año.
Resultados de impacto nacional
La presidenta del INN destacó que, gracias a esta estrategia integral, se ha logrado atender a más de 17 millones de personas, cubriendo el 97% del espacio geográfico nacional y reduciendo significativamente los índices de vulnerabilidad nutricional.
Venezuela reafirma así su compromiso con la seguridad alimentaria y la nutrición, posicionándose como un referente en la implementación de políticas públicas exitosas para erradicar la malnutrición.