El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, sostuvo este lunes una reunión de tres horas con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en medio de la creciente indignación por la agresión de Israel contra Qatar la semana pasada para asesinar al Buró Político de Hamás y a los negociadores de paz palestinos —ataque del cual el propio Netanyahu asumió “plena responsabilidad”— y por el genocidio sionista en Gaza, con más de 64.000 civiles asesinados.
El encuentro se produjo en Jerusalén ocupada, y concluyó con una conferencia de prensa en la que ambos remarcaron la unidad de objetivos entre Washington y Tel Aviv. “Hamás debe dejar de existir como fuerza armada que amenace la paz y la seguridad en la región”, declaró Rubio, alineado con el discurso israelí de exterminio en Gaza.
Netanyahu, por su parte, señaló que “la visita de Rubio es un claro mensaje de que América está con Israel frente al terror”, pese a que la ofensiva sobre Qatar y la guerra contra Gaza han sido condenadas por múltiples Gobiernos y organismos internacionales.
Además de abordar la guerra que desata Israel contra Gaza, el enviado de la Casa Blanca condenó al Gobierno iraní, contra el cual aseguró que se mantendrá una política de “máxima presión”. A su vez invitó a los mandatarios europeos a levantar sanciones contra Teherán.

Para validar su invitación se refirió al programa nuclear iraní. A pesar de estar demostrado que posee fines científicos y no militares, Rubio aseguró que “misiles iraníes” son una amenaza “incluso para Europa”.
Mientras Rubio estrechaba la mano de Netanyahu, en Ginebra el Consejo de Derechos Humanos de la ONU anunció un debate urgente sobre la agresión israelí a Qatar y la crisis humanitaria en Gaza, solicitado por la Organización de Cooperación Islámica (OCI) y el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG). Será la décima vez desde 2006 que el organismo activa este mecanismo frente a los crímenes de Tel Aviv.
Las organizaciones internacionales denuncian que el asedio y los bombardeos israelíes han provocado hambruna artificial en Gaza, donde en los últimos días fallecieron cuatro fetos y tres bebés prematuros en el hospital Nasser de Jan Yunis. El Ministerio de Salud gazatí reporta más de 422 muertes por inanición, 145 de ellas niños.
En paralelo, el ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben-Gvir, anunció su intención de construir un barrio de lujo para policías israelíes sobre las ruinas de Gaza. “Ocuparemos el territorio y alentaremos la emigración voluntaria”, afirmó, en abierta violación del derecho internacional.
La falta de transparencia en la estrategia militar también desató tensiones internas. El jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir, advirtió que Netanyahu mantiene al ejército al margen de los próximos pasos tras la ocupación de Ciudad de Gaza, reconociendo que ello no garantiza la rendición política ni militar de Hamás.
Al mismo tiempo, más de 80 organizaciones civiles, entre ellas Oxfam, lanzaron la campaña “Stop Trade With Settlements”, que exige a los Estados prohibir cualquier intercambio comercial con los asentamientos ilegales israelíes en la Cisjordania ocupada.
Rubio aprovechará su visita para discutir con Netanyahu la llamada operación “Carros de Gedeón 2”, la defensa de Israel ante la Corte Penal Internacional y la Corte Internacional de Justicia, así como la anexión de territorios en Cisjordania en respuesta al inminente reconocimiento de un Estado palestino por parte de varios países europeos durante la Asamblea General de la ONU.
La gira también incluyó una visita al Muro de Buraq, en Jerusalén ocupada, acompañado por el enviado especial Mike Huckabee.
Entretanto, los bombardeos israelíes prosiguen en Gaza, donde ya se contabilizan «oficialmente» más de 64.000 palestinos asesinados, la mayoría mujeres y niños, pero el número real de personas muertas debajo de escombros, carbonizadas por fuego o destrozadas por bombas es más de 700.000 personas.
F/Telesur