Francia vive este jueves 18 de septiembre una huelga nacional convocada por las principales organizaciones sindicales del país, en protesta contra el proyecto de presupuesto del nuevo gobierno y sus recortes. Las manifestaciones se extendieron a más de 250 ciudades, con bloqueos en sectores clave y fuerte presencia de las fuerzas de seguridad.
La huelga del 18 de septiembre ha sido organizada por los principales sindicatos franceses, que desde enero de 2023 protestan contra las reformas impulsadas por el gobierno, entre ellas el aumento de la edad de jubilación. Tras la dimisión del primer ministro François Bayrou en este mes de septiembre, los sindicatos rechazaron el nuevo proyecto de presupuesto por considerar que mantiene recortes sociales y laborales.
Según estimaciones del Ministerio del Interior citadas por medios franceses, la participación total de la jornada oscilaría entre 600.000 y 900.000 personas en todo el país. En París, se calculaban entre 50.000 y 100.000 manifestantes. El medio francés Le Monde, informó que hacia el mediodía se registraron 94 detenciones, incluidas 15 en París, con 32 personas en custodia judicial. Incluso un agente de policía resultó herido en incidentes aislados.





El dispositivo de seguridad incluyó más de 80.000 agentes desplegados a escala nacional, acompañados de unidades móviles y medios antidisturbios. Las autoridades reportaron 476 acciones en total: 341 manifestaciones y 135 bloqueos de infraestructura. Varios sectores presentaron interrupciones parciales, especialmente en educación y transporte.
En cuanto a la participación, las cifras ofrecidas por los sindicatos superaron las de las autoridades. La CGT informó que más de 400.000 personas se habían movilizado sólo en las primeras horas del día, cifra que habría ido en aumento superando a la ofrecida por el Ministerio del Interior. Hasta la finalización de la jornada de movilización, no habrá números reales.
Los sindicatos consideran que el presupuesto para 2026 consolida recortes en pensiones, derechos laborales y acceso a servicios públicos. Desde la CGT, su secretaria general Sophie Binet declaró que la movilización “envía un mensaje inequívoco al gobierno”. Marylise Léon, de la CFDT, sostuvo que la protesta es parte de un proceso acumulativo que no ha recibido respuesta política.
El sector educativo registró bloqueos totales en 23 liceos y bloqueos parciales en otros 52. Aunque el gobierno afirmó que circulaban el 90 % de los trenes de alta velocidad, los sindicatos denunciaron afectaciones en rutas regionales, especialmente en el sur del país. Varios centros de distribución y servicios públicos fueron interrumpidos de forma intermitente.
Los sindicatos también manifestaron su oposición a la reforma del seguro de desempleo, que según sus análisis endurece los criterios de acceso para trabajadores en situación precaria.
La plataforma sindical insiste en que las medidas fiscales del nuevo gobierno mantienen la línea de reformas anteriores, sin atender las demandas expresadas en más de un año de movilizaciones.
La protesta del 18 de septiembre sigue a la jornada de bloqueos realizada el 10 de septiembre, en la que también participaron múltiples organizaciones. La intersindical ha anunciado que evaluará nuevas acciones dependiendo de la respuesta del Ejecutivo a las demandas presentadas en esta jornada.