El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó su respaldo a los pueblos y gobiernos de Venezuela y Cuba, en medio del incremento de la presión militar estadounidense en el Caribe. Durante su intervención en el 16º Congreso del Partido Comunista de Brasil (PCdoB), celebrado en el Centro de Convenciones Ulysses Guimarães de Brasilia, el mandatario defendió el derecho soberano de ambos países a decidir su propio rumbo político.
“Lo que defendemos es que el pueblo venezolano es dueño de su propio destino y ningún presidente de otro país debe dictar cómo serán Venezuela o Cuba”, afirmó Lula, en referencia a las recientes tensiones generadas por operaciones militares de Estados Unidos cerca de las costas venezolanas, bajo el argumento de combatir el narcotráfico internacional.
El líder brasileño también saludó la presencia de una delegación cubana en el foro y denunció la inclusión de Cuba en la lista unilateral de Estados que supuestamente patrocinan el terrorismo. En un tono reflexivo, Lula instó a las fuerzas progresistas a hacer una autocrítica profunda frente al avance de la extrema derecha y a reconectar con los sectores populares.
El presidente destacó que la democracia “ha sido derrotada” en algunos espacios porque no logró garantizar bienestar, justicia social ni oportunidades para todos. En ese sentido, advirtió que la izquierda debe renovar su lenguaje y su forma de comunicar. “A menudo nuestro discurso está lejos del nivel de comprensión de millones de personas que quisieran escucharnos”, reconoció, subrayando la necesidad de hablarle nuevamente a la clase trabajadora y no solo a las élites políticas.
Entre aplausos, Lula animó a los activistas a transformar los ideales en acciones concretas y a fortalecer la unidad del campo progresista. Invitó a reflexionar sobre los errores del pasado y a emprender la tarea de reconstruir un proyecto político que recupere la confianza popular, con un mensaje más claro, inclusivo y conectado con las aspiraciones del pueblo brasileño.