Los países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) manifestaron su preocupación por la presencia militar extraregional de Estados Unidos en la región del Caribe, destacando la importancia de mantener la zona como un espacio de paz.
El bloque recordó los compromisos históricos que consolidan a Latinoamérica y el Caribe como una región libre de armas nucleares, así como la relevancia del Tratado de Tlatelolco como garantía de seguridad colectiva y estabilidad.
Además, los países enfatizaron la necesidad de fortalecer la cooperación regional frente a amenazas como el crimen organizado y el narcotráfico, reafirmando su compromiso con la paz, la democracia y el desarrollo sostenible en toda la región.
A continuación, el texto íntegro del documento:
Antigua y Barbuda, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Dominica, Granada, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Uruguay y Venezuela; países que integran la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) expresan su profunda preocupación por el reciente despliegue militar extra-regional en la región.
Al respecto se recuerda que América Latina y el Caribe han sido proclamadas como Zona de Paz, compromiso adoptado por todos los Estados miembros y sustentado en principios como: la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza, la solución pacífica de controversias, la promoción del diálogo y el multilateralismo, el respeto irrestricto a la soberanía e integridad territorial, la no injerencia en los asuntos internos de los Estados y el derecho inalienable de los pueblos a la autodeterminación.
Destacamos, asimismo, que el Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina y el Caribe (Tratado de Tlatelolco) constituye un hito histórico que convirtió a nuestra región en la primera zona densamente poblada del mundo libre de este tipo de armamento. Este tratado refleja la vocación de nuestros pueblos por la paz, la seguridad colectiva y la proscripción definitiva de las armas nucleares como medio de coerción o amenaza.
Reconocemos, por otro lado, que el crimen organizado transnacional y el narcotráfico constituyen una amenaza significativa para alcanzar sociedades pacíficas e inclusivas, por lo que reafirman su voluntad de combatirlos de manera prioritaria, aumentando la cooperación y la coordinación regional e internacional en el marco del respeto al Derecho Internacional y cumpliendo con los marcos legales y convenios internacionales vigentes.
Los países de la CELAC firmantes de esta declaración, hacen un llamado a promover un entorno seguro y reiteran su firme compromiso con la defensa de la paz, la estabilidad, la democracia y el desarrollo en toda la región.